Recuerdos de Sam Winchester

La muerte del padre de Sam ha dejado un hueco mucho mayor a sus ausencias. El mas joven de los Winchester considera que su padre se ha marchado creyendo que lo odiaba. Aquella sensación de culpa, logra que se decida aun más a terminar lo que su padre le implemento desde que tenía uso de memoria y decide decirle a su hermano que continúen con la cacería, recuperar la Colt y terminar con todo aquello. Dean se niega a hacerlo, considerando que ya han pasado por mucho y que ya era hora de terminar con todo aquello. Anonadado con las palabras de su hermano, Sam ve que es casi imposible que puedan continuar juntos con la misión y decide separarse.
Tras vagar sin rumbo fijo y tomando casos inferiores, decidió que era el momento oportuno, sin Dean, realizar uno de sus tantos sueños, debía complementar la vida de cazador, con la vida de una persona normal mejor que nadie estaba al tanto de que sería quizá muy difícil. Tras realizar varios exámenes, entra de nuevo a la universidad, donde se comienza a especializar para historia y mitología, cuya información le sería muy valiosa para los futuros casos. Mientras realizaba aquella vida de día, de noche seguía con su trabajo normalmente. Capturando demonios, estos reconocieron que alguien tenía el arma que Sam estaba buscando, pero que no podían darle esa información porque no sabían quién. Nadie podía darle datos precisos de aquella arma y lo enfurecía mucho más.
Una tarde, mientras se encontraba delegando un cazo de vampiros a otros cazadores, recibe un llamado de una persona anónima, en cuya información nombra a la Colt y el lugar exacto donde podría encontrarse. A pesar de que dudo de la información dada, comprendió que era lo único que tenía en aquellos momentos. Sin dudarlo dos veces y sabiendo que solo no podría enfrentarse a aquella trampa mortal, nadie en su sano juicio podía  darle esa información. No le quedaba más opción que tragarse su orgullo y hablar de nuevo con su hermano.
Sabía exactamente donde se encontraba tu hermano, Y tras sopesarlo por varios segundos, decidió que era lo mejor, acabar con todo de una buena vez y descubrir si realmente la Colt estaba en manos de aquel sujeto.  

“¿Eres Sam Winchester?” Fue la voz que se escuchó detrás del teléfono. No atinó a contestar siquiera si aquel era su nombre -¿Quién habla?- Fue la respuesta a la primera pregunta.
Sin mencionar con exactitud quién de quién se trataba la voz que llamaba, comenzó a hablar acerca de un objeto que Sam estaba buscando y que tras fallar en su búsqueda, aquel le decía con exactitud donde podría encontrar la tan buscada Colt, la única arma capaz de matar a cualquier ser sobrenatural que caminaba por la tierra. Todo era extraño, pero algo dentro, en su interior, le decía que al menos tenía que intentarlo. No podía ir solo, tenía que volver a reencontrarse con Dean y tras una escasa búsqueda, sabía dónde podría hallarlo.
Su hermano estaba trabajando en su taller mecánico, con el Impala que tantas aventuras le había mostrado. Allí se encontraba Dean Winchester, se sentía realmente extraño ante aquel sujeto que había funcionado como un padre para él, sacando fuerzas de donde no las tenía le comentó su verdadera intención –Creo…que tengo una pista en donde puede encontrarse la Colt- Ahora que lo mencionaba en voz alta hasta podía sonar descabellado. Sin embargo Dean se había encargado perfectamente de echar su ilusión al suelo y pisotearlo como un bicho asqueroso.
Sam encontraría la manera para lograr que su hermano mayor pudiera cambiar de parecer, le costaría demasiado, debido a que Dean se había encontrado afectado por la extraña muerte de su padre en manos del demonio de ojos amarillos, ese era el principio del fin. Brotaban palabras entre ellos dos, tal parecía que ninguno estaba dispuesto a dar el brazo a torcer.
“Hay trabajo que hacer” fueron las palabras exactas que le daban a entender a Sammy de que Dean había mordido el anzuelo. Era tiempo de atrapar un par de demonios y descubrir donde se encontraba la Colt.
El viaje fue lleno de dudas, Sam ya no se sentía tan seguro de lo que acababa de hacer, en su cabeza rondaba la posibilidad de que todo fuera una terrible trampa y que él fuera el estúpido de haber caído y sin embargo se había sujetado bien a su hermano, eso decía claramente que ambos morirían. Llegaron a la cabaña que parecía haber sido el lugar exacto de la llamada telefónica. Ni bien entraron al recinto un olor les lleno los pulmones, era azufre, eso quería decir que existía la posibilidad de que allí estuviera un demonio y no era cualquiera.
Azazel, el demonio de ojos amarillos, se encontraba allí esperándolos. La conversación con él se tornó extraña, no sólo nombraba al padre de estos, sino que algo se traía entre manos y Sam realmente esperaba que todo concluyera. La sorpresa golpeó de lleno al más joven de los Winchester, tal parecía que la Colt ya no se encontraba en su poder y su padre tampoco, realmente era extraña la forma en la que Azazel se refería a John Winchester.
Una rabia muy en el fondo de Sam pujaba por soltarse de la cadena, era incontrolable y la furia se desató, bullendo. Sin más preámbulos, el más joven de los Winchester tomó las prendas del envase del demonio y lo sostuvo con fuerza, dentro de él sabía que si presionaba un poco más podría matarlo pero no le importaba, estaba harto de los misterios que lo rondaban y tal parecía que su hermano tenía algo que decirle pero era más que evidente que Dean no soltaría palabra alguna.
Azazel, siendo un cobarde, desapareció del recinto, dejando a Sam más confuso que antes. Sam sentía que una ira profunda lo invadía y era inevitable controlarlo, mientras tanto Dean trataba de aferrarse a un secreto que todavía no se podía revelar a Sam.
Tras aquel reencuentro era el momento más importante de que ambos se mantuvieran unidos, de momento Sam no trataría de sacarle la verdad a su hermano, si bien lo enfurecía. Siguiendo con lo que había sido su vida, decidieron tomar un caso y era donde el más joven de los Winchester se encontraba ahora, cerca de un cementerio tratando de evitar que un fantasma asesinara a toda una familia. Esquivando tumbas y encontrando la que era la posible causa de todas las muertes, decide prender fuego al cuerpo sin vida. Poniendo fin al caso, pero en su regreso a las puertas del cementerio, se topa con otro cazador que, extrañamente, se encontraba realizando lo mismo que acababa de hacer él. Sus sospechas se tornaron ciertas cuando de la nada apareció frente a ellos un perro del infierno, algo extraño ya que estos animalejos sólo salían cuando se trataba de un pacto y se terminaba el plazo. Sam pregunto a Sebastian si había sido él quién había realizado un pacto y su alma tenía que entregarse al demonio en cuestión. Pero el cazador respondió firmemente que no.
Sin pensarlo dos veces echaron a correr en medio de la oscuridad del cementerio, tenían que llegar a la salida, era la única forma de escapar de allí. Sebastian fue alcanzado por el perro y atacado, sin vacilar, Sam lo ayudo, si bien el cazador se encontraba mal herido, pudieron llegar a la entrada del cementerio y cerrar las verjas de aquel sitio, al menos estarían a salvo por un corto periodo.
Tras perder de vista al demonio, decidieron ir a tomar una cerveza y Sam conocer un poco más la extraña historia que tendría el chico. Allí se enteró que su pareja y él habían sido atacados, tiempo atrás por los perros del infierno y comprendió no sólo el motivo por el cual Sebastian odiaba a aquellos bichos, sino la razón por la cual lo perseguían a él. Un demonio lo tenía en la mira, todos tenían un enemigo en común.
Tal parecía que Sam vivía más en los cementerios que en otros sitios, para el cazador aquel lugar era muy común para recorrer, pero esta vez no llevaba allí un caso, sino su único objetivo y tras mentirle a Dean, era visitar la tumba de su madre. No esperaba encontrarse con una vieja amiga, Livila West también estaba allí visitando a alguien muy querido.
Tras una breve charla en aquel sitio, se trasladaron a un lugar mucho más cómodo y placentero para conversar. Allí surgió una extraña charla, donde Sam descubrió que podía surgir su ira cuando menos lo deseara, algo malo realmente le estaba sucediendo. Tras una ráfaga de viejo extraño, y apagando el sortilegio para alejar a los demonios, se acercó uno de estos seres despreciables. El demonio mencionaba palabras extrañas, que tal parecía iban dirigidas más que nada para Livila, no comprendía realmente que quería decir, sin embargo necesitaba que este demonio se alejara de ellos. El demonio no se quedó a charlar con ellos y nuevamente Sam sintió que se apoderaba de él una furia que era imposible controlar, pero esta vez se quedó quieto, no le parecía bien asesinar a una mujer que era inocente, de todas formas ¿Cuánto tiempo más podría manejar aquella ira?
Le hizo preguntas a Livila, tratando de develar el misterio, simplemente ella comentó que necesitaba su ayuda. Simplemente no mencionó nada más y pidió que le diera un arma. Sin pensarlo dos veces, Sam le ofreció un arma blanca que podría esconder con facilidad y agua bendita, siempre tenía que llevar aquel objeto. Tras despedirse de ella, Sam realmente esperaba que la muchacha tuviera cuidado y que los demonios no se empeñaran en seguirla, de todas formas seguía rondando en su cabeza, que algo extraño estaba sucediendo.
Lo que le quedaba a Sam era tratar de descubrir que demonios sucedía y por sobre todas las cosas evitar el caos y la guerra.
001 Back To Hell -Dean W-
002 Back To Hell part 2 -Dean w-
003 Graveyars and Ghost... -Sebastian M-
004 Pasado -Livila W- Parte uno
005 No more unfortunate -Livila W- Parte dos