Olivia Parrish

OLIVIA PARRISH

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

Es decidida y determinada. Por momentos, excesiva, demuestra su sed de poder. Fría. No está familiarizada con los sentimientos humanos ni aspira a entender más sobre ellos, de hecho, le repugnan porque fueron esos sentimientos los que la llevaron a su actual naturaleza. Los humanos le parecen una raza inferior que deja que sus ansias nublen su juicio y es justamente de eso de lo que ella se aprovecha. Los humanos tienden a desesperar fácilmente y cuando recurren a  medidas límites para obtener lo que quieren, todo culmina con un trato que le permite meterse un alma más en su bolsillo.
Es competitiva, para ella nada es suficiente. Es ganar o ganar. Ingeniosa. Audaz.

HISTORIA

1600. Italia, la cuna de la mafia. El lugar perfecto para los crímenes perfectos, el poder desmedido, la lujuria y la sangre corriendo por las alcantarillas. A los traidores, tolerancia cero. El poder se debatía entre los líderes de Cosa Nostra y la Camorra.
Olivia nació en una familia bien que nunca escatimó en lujos. Hija menor de una familia de cinco hermanos (todos varones, excepto ella) huyó de su casa a los quince años. Nunca soportó la vestimenta pomposa, el protocolo, las exhibiciones de deportes ni los eventos de sociedad. Escapó huyendo de todo eso y comenzó a robar para vivir. Comenzó con cosas pequeñas, relojes y billeteras a turistas. Siguió, aprovechándose de vendedores ambulantes y callejeros, luego comenzó con estafas más armadas.
Fue a los diecinueve años cuando llamó la atención de un integrante menor y rápidamente llegó a oídos de uno de los cabecillas de la  Camorra. No le fue difícil escalar posiciones hasta llegar a ser la mano derecha de uno de los jefes. Era la sierva perfecta, eficiente, eficaz y nunca dejaba huellas. Su especialidad era actuar de señuelo, se ganaba la confianza de las víctimas elegidas, tenía sexo con ellos y luego los dejaba sin nada, asesinándolos a sangre fría. Olivia gozaba de ciertos lujos por ser la favorita. Adoraba que todos sus bienes materiales fuesen pagados con dinero sucio.
Con el correr de los años, su relación con el jefe comenzó a ser algo más que sólo negocios. Hizo desaparecer al socio de su jefe no sin antes meterse en su cama también. Si bien su atracción con el capo mafia era meramente económica y no sentía nada por él, disfrutaba los privilegios de tener aseguradas buenas noches de sexo.
Supo manejarlo a su antojo hasta que el amor la cegó por completo. Olivia se enamoró de uno de los guardaespaldas del líder de la Cosa Nostra y sus citas a escondidas pronto dejaron de ser secretas. El capo mafia de la Camorra los asesinó a ambos a sangre fría. Como dije, tolerancia cero.
La vida de ilegalidad y malas decisiones condenó a Olivia a una eterna estadía en una sucia celda del infierno, donde supo seguir siendo tan astuta como en vida. Poseyó el cuerpo de una estudiante universitaria para poder regresar a la tierra. Hacer servicio comunitario era lo más parecido a ser un demonio de las encrucijadas. Al principio, Olivia lo odiaba pero era la única forma en la que podía volver a caminar entre los mortales. Luego, descubrió que si aprovechaba su astucia podía obtener muchos beneficios de ese sucio trabajo. Olivia supo explotar al máximo su sed de poder para conseguir las almas de los pobres desgraciados que, desesperados por una solución mágica, accedían sin pensar dos veces a besar sus labios para sellar el sucio contrato.
Olivia ha sido durante años una tramposa más que sobresaliente y ha ido ascendiendo escalones, tal como en el pasado. Su objetivo es que su talento llegue a oídos de Crowley, un demonio muy poderoso al cual admira y sigue cada paso que da.

OTROS DATOS

- Habla varios idiomas.
- Tiene un gran conocimiento en el manejo de armas de fuego y, aunque no las necesita, son su debilidad.
- No recuerda los nombres de los miembros de su familia.
- Maneja a la perfección la telequinesis y otras habilidades que le confiere su naturaleza.