1x01 Taller "Black Dog" (Libre)

Era una tarde relativamente calurosa y un tanto aburrida. Tenía algún que otro auto para arreglar, pero no sentía que fuera el momento de hacerlo. Me quede apoyado un buen rato contra una de las paredes del taller con la mirada algo perdida hacia la nada misma, no había muchas casas por aquel lugar y solo  podía verse pasto por un lado y algún que otro animal por el otro. Cuanto más lejos me encontraba de la gente, mejor me iría en mi nueva vida, tal vez era momento no alejarme de todos, sospechaba que aquel que se acercara a mi tarde o temprano moriría por mi maldita culpa.
Desvié mi mirada por un momento de aquel horizonte vació y observe un pequeño garaje a unos pasos de mi taller, tal vez era momento de darle una mirada a aquel vehículo que había acompañado mis aventuras por mucho tiempo y había dejado abandonado luego de mi decisión sobre el trabajo familiar.
Apreté los dientes con fuerza y baje la mirada hacia mis pies, era momento de afrontar mis miedos y ver a mi bebé por unas horas.
Camine hasta aquel garaje y abrí la cortina rápidamente, la luz entró de golpe iluminando mi Impala negro lleno de polvo y con miles de recuerdos encima que esperaban salir a la luz pronto. Me quede unos segundos parado en la entrada mirando aquel auto y sosteniendo la mezcla de sentimientos que comenzaban a producirse dentro de mí.
-Maldita sea…
Me dije a mí mismo entre dientes y comencé a caminar hacia la puerta del conductor, aun podían verse las llaves puestas desde la ventana opaca por la tierra del lugar. Me subí nuevamente a mi bebé y observe cada detalle detenidamente, todo seguía igual desde la última vez había ocurrido aquel accidente. Tenía mucho trabajo en aquel auto y era momento de que volviera a ser aquel Impala que mi padre me había regalado años atrás.
-Lo siento, no creas que me olvide de ti… Solo tómalo como un tiempo entre nosotros. Pero mi amor por ti no ha cambiado en lo absoluto.
Dibuje una pequeña sonrisa en mi rostro, como si aquel conjunto de fierros y cables pudiera entender lo que estaba diciéndole. Debía admitir que extrañaba mucho nuestros viajes y su comodidad, había miles de historias que aquel auto podía contar y que yo no había olvidado ninguna de ellas.
Lo saque rápidamente de aquel garaje y me dirigí a mi taller para comenzar a arreglarlo, tal vez no volvería a usarlo, pero no merecía quedar así, no era justo para ninguno de los dos.
-Tendrás que tener paciencia bebé, no será fácil para ninguno de los dos.
Había demasiadas cosas para hacer y aun no sabía por dónde comenzar.
En aquellos momentos recordé a Sammy y nuestro trabajo juntos en la cacería de lo sobrenatural, lo extrañaba y aun no me sentía a gusto con mi nueva vida, pero no sentía fuerzas y mucho menos valor para volver al trabajo familiar, seguramente había muy buenos cazadores encargándose de nuestro trabajo y sospechaba que muchos de los autos de mi taller era de algún cazador teniendo una mala experiencia en alguno de sus trabajos.

Mantenía toda mi concentración en mi Impala, tenía mucho que hacer y que arreglar pero aun no sabía por dónde demonios comenzar. Quería ocupar mi cabeza por un momento en algo más que la muerte de mi padre y aquel auto era una de las mejores opciones que encontraba en esos momentos.
Comencé por observar cada uno de los golpes que tenía de aquel accidente, sabía que la parte del conductor había recibido el mayor impacto y debía comenzar por ese lado. Concentré mi mirada en cada una de las abolladuras hasta que una voz familiar me hizo salir de mis preocupaciones. Desvié rápidamente la vista de mi auto y a unos pasos míos se encontraba mi pequeño hermano Sammy.
Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, habían pasado unos cuantos meses de la última vez que había visto a mi hermano y nuestro orgullo había logrado que la distancia fuera distante y sin novedades de ninguno de los dos. Trague saliva con algo de nervios y deje que fuera él quien hablara primero, algo me decía que se encontraba en mi taller por ayuda y no por saber cómo estaba.
-Tú no escuchas lo que dice, yo comprendo perfectamente lo que necesita.
Dibuje una pequeña y rápida sonrisa en mi rostro y volví a prestar atención en mi auto, algo me decía que la historia volvía a repetirse, pero esta vez sería Sam quien me buscará a mi y no buscaríamos a papá. Las cosas eran tan iguales y tan distintas a la vez que comenzaba a creer que todo lo que pasaba a mi alrededor era un maldito sueño.
La palabra Colt se hizo presente en el taller y las cosas comenzaron a ponerse mas tensas y frías que antes, aquella arma era muy importante para nosotros, pero eso requería volver a la cacería y terminar con lo sobrenatural, algo que había querido que pasara por momentos y por momentos no.
-¿La Colt?. ¿Quién te ha dado una pista de esa arma? No creo que nadie te haga la jugada tan fácil Sam, y mucho menos tratándose de la Colt. Si fuera tu seguiría cazando cosas sobrenaturales olvidándome de aquella arma. No vas a poder recuperarla.
Aun me sorprendía saber que mi hermano continuaba con la cacería por sus propios medios, era él quien siempre soñaba vivir una vida normal y ahora resultaba ser una mezcla de John y mis mejores épocas de cazador. Algo pasaba por la cabeza de mi hermano y no era el momento de averiguarlo.
Gire un poco sobre mi para quedar frente a mi hermano y me cruce de brazos escuchando nuevamente un reproche y una queja hacia papá, aun no comprendía porque aquellos sentimientos seguían en la cabeza de mi hermano, papá no era el hombre perfecto, pero había hecho lo mejor por los dos y era la vida que nos había tocado, nos gustara o no, las cosas eran así. Fruncí a penas un poco el ceño y respire profundamente antes de contestarle a Sam, no deseaba pelear con él y mucho menos en aquella situación pero parecía que el pequeño había venido a buscarme con toda la intensión de sacar mis malos humores.
-¿Nosotros?...
Alcé una de mis cejas ante aquellas palabras y negué lentamente con la cabeza. No era momento de volver a la cacería y mucho menos para ir detrás de un arma donde seríamos la carnada fácil de algún maldito demonio.
-Sam yo no me dedico mas a la cacería. Mi vida ahora es el talle. Además no pienso ser el pavo relleno de ningún maldito demonio. Y creo que tu deberías seguir mis pasos, mejor dedícate al estudio.
Temía por la vida de mi hermano si se le ocurría cazar solo, sería blanco fácil para los demonios y caería ante cualquier trampa, como la de la famosa Colt que me parecía una broma de muy mal gusto o un juego sucio de algún hijo de perra como los que solíamos cazar.
-Creo que nuestro trabajo como cazadores ha terminado. ¿Para qué quieres seguir?.
John me mataría si escuchara esas palabras de mi parte, pero necesitaba alguna respuesta buena para volver a la cacería y sospechaba que Sam no la tendría.
-Y si tanto te molesta lo que papá te ha impuesto, esta es tu oportunidad de dejarlo de lado. Será mejor que se lo dejes a los que saben y a los cazadores que tienen pasión por ello, no a los que son obligados por los padres.
Tal vez aquellas palabras habían sido un poco bruscas para mi hermano, pero quería que se alejara de aquel trabajo, por lo menos si yo no estaba a su lado. Sam era una persona inteligente pero en la cacería aun tenía muchas cosas que aprender y papá o yo no nos encontrábamos a su lado para enseñarle.
-¿Cómo demonios me has encontrado?.
Moje mis labios intentado cambiar un poco el clima con mis palabras anteriores y comencé a caminar alrededor del Impala chequeando cada uno de los golpes, tenía miles de cosas en mi cabeza en ese momento y Sam había logrado colocar mas en mi mente… Demonios.

-No, claro que no Sammy. Yo no voy a quedarme de brazos cruzados, tengo mucho trabajo que hacer con mi bebé y sin las manos me resulta un poco imposible hacer algo. Por lo menos yo no me cruzaré de brazos.
Dibuje una pequeña e irónica sonrisa y clave mi mirada en el auto frente a mi, extrañaba la cacería y sabía que mi pequeño hermano me necesitaba en esos momentos, pero no podía fallar con mi palabra de dejar el trabajo familiar, había perdido a mi padre y no deseaba perder a mi hermano de la misma manera, todo se relacionaba con lo mismo, aquel maldito demonio que se empecinaba en hacer la vida de los Winchester una verdadera basura.
Las palabras de Sam con respecto a una guerra hicieron que todos mis pensamientos desaparecieran y concentre toda mi atención en él con el ceño algo fruncido.
-¿Una guerra? ¿Y cómo sabes tú de eso?.
Había demasiada información de pate de mi hermano que no comprendía, estaba al tanto de los meses que había pasado fuera del trabajo, pero no sabía que las cosas habían avanzado tanto desde aquella vez. Me sorprendía que ningún cazador me haya comentado aquello en sus noches de borrachera en los bares de mala muerte al costado de la carretera.
-Y ahora que busca el demonio… ¿Asesinar gente con enormes camiones? Genial plan.
Levante el dedo pulgar de mi mano derecha aprobando la absurda idea que podía llegar a tener ese maldito demonio en su mente, corría la ventaja de tener a los hermanos Winchester separados y las cosas se le harían mucho mas fácil. Baje la mirada por un momento y me cruce de brazos, si no ayudaba a mi hermano corría el riesgo de que la vida de todos terminara, incluso la de mi hermano menor Sam, que era quien mas me importaba en la tierra.
-Intenta ponerme al día de lo que sabes de ese maldito hijo de perra, y veré en que puedo ayudarte.
Preferí pasar en alto las últimas palabras de Sam, ambos sabíamos muy bien que era lo que me había echo cambiar de opinión y de pensamiento respecto a la cacería, no eran necesarias las palabras en ese momento y mucho menos nombrar a papá, era momento de que descansara de una vez por todas.

La paciencia de Sam se había esfumado como mis ganas de comer un gran pie, solo esperaba que mi paciencia quedara en su lugar o las cosas entre nosotros no terminarían de la mejor manera. Achique a penas un poco los ojos y apreté los dientes dejando que mi hermano sacara toda la basura que llevaba dentro, por momentos comprendía como se sentía, después de todo tiempo atrás había sido yo quien busco a Sam para la cacería.
-No es un juego, es mi trabajo.
No se podía comparar las armas, la sal y la adrenalina de la cacería con los fierros, el aceite y la rutina de arreglar siempre lo mismo. Sabía que esa no era mi vida, pero era lo único que mantenía mi cabeza ocupada y me daba de comer de vez en cuando, aunque mis viejos trucos de estafa jamás serían olvidados.
-Papá no esta acá para decirme lo que debo hacer. Haga lo que haga no se lo que piensa porque no esta mas con nosotros Sam. Siga o no con la cacería al él le dará exactamente lo mismo.
Las palabras de mi pequeño hermano me daban ganas de golpearlo en el medio de la cara, pero debía mantener la calma, sabía que si él salía por aquella puerta era probable que jamás lo volviera a ver o la guerra demoniaca terminara con todo en cuestión de segundos. Había algo dentro de mi que me decía que debía escuchar a mi hermano y tal vez regresar a la cacería por un tiempo…. O no.
-Bien por ti Sam. El estudio te abrirá muchas puertas. Los demonios solo te abrirán portales.
Di unos pequeños pasos hacia Sam y le di unas pequeñas palmadas en su hombro izquierdo, tal vez sería el único de los dos que recibiera un título y un diploma antes de que los demonios comiencen a dar clases de como acabar con los cazadores con enormes camiones en las rutas.

Largue un suspiro y me quede unos segundos en silencio antes de dejar que algunas palabras salieran por si solas de mi.
-Esta bien… Será como un Dejá vu.  Pero siempre seré yo quien salve tu trasero. Pero te ayudaré con la Colt y luego volveré a mi trabajo.
Esas palabras me hicieron sentir que era mi hermano años atrás cuando fui a buscarlo por la desaparición de nuestro padre, con la absurda mentira que tal vez no volvería al taller, llevaba la cacería en la sangre y nada me mantenía mas vivo que aquello, tal vez solo buscaba un aliento para continuar con el negocio familiar y asesinar a ese hijo de perra que había logrado quitarme a mi madre y a mi padre, pero no dejaría que se lleve a mi hermano Sam, no se lo haría tan fácil.
-Malditos cazadores, no saben mantener la boca cerrada.
Abrí los ojos y maldije por dentro, entre nosotros sabíamos quien se dedicaba a lo mismo y quienes eran niños que se arriesgaban a jugar a los cazadores sin darse cuenta el peligro que corrían sus vidas.
-Te ayudaré, pero tendrás que esperar que arregle mi bebé. No viajaré por las rutas con ese auto que tienes tú de nena.
Mire hacia afuera y clave mi vista en el auto de mi hermano. No tenía nada de malo, pero si volvía a la cacería debía ser completo y eso incluía a mi bebé.
-Sabes por donde hay que comenzar… Yo si.
Camine unos pasos hacia una mesada y tome entre mis manos una llave de boca ajustable y me acerque a Sam para depositar aquella herramienta en sus manos, si quería ayuda en la cacería, él debía ayudarme con mi auto.
-Empieza a trabajar, hay mucho para hacer.
Le di un pequeño golpe en la cabeza y comencé a revisar el motor del auto, si iba a salir a la ruta en busca de ese maldito hijo de perra, debía tener mi vehículo como nuevo.

"Por lo menos yo no me cruzaré de brazos" Me estaba sonando a reproche. Enmarqué una ceja y me quede expectante ¿Qué más tenía mi hermano para decirme?. A veces era preferible no darle mi punto de vista a Dean, no quería comenzar una discusión, no era mi intención al llegar allí sin previo aviso. Lo más importante era convencerlo para que me ayudara con la supuesta pista de la Colt, nunca consideré que fuera fácil, mas sabiendo que mi hermano era bastante terco cuando se lo proponía, por otro lado jamás pensé que iba a ser complicado. "Bien, lo tengo" Pensé para mí, evitando que una sonrisa se dibujara en mi rostro, me había jugado todo con ese datito de la guerra, si no picaba el anzuelo me tendría que ir sin nada, nacía una pequeña esperanza -Lo sé porque he estado investigando- Comencé diciendo, aunque lo que continuaba no sabía si decirle, lo conocía y no le gustaría en lo absoluto lo que tenía que decirle -He estado dándole caza a un par de demonios de poca monta, esos sencillos de cazar- Algunos no del todo y más sabiendo que un Winchester se encontraba detrás de los pasos de los demonios -Y me han contado que se corre un rumor muy fuerte de que pronto se desatará una guerra por el poder del infierno, algo relacionado a Lucifer y todo su séquito- Me moje los labios para continuar, poseía toda la información en mi cabeza, de esa forma era mucho más sencillo luego hacer preguntas -Tal parece que muchos demonios no están contentos con el demonio de ojos amarillos y quieren rebelarse ante el nuevo rey de los demonios, pero para eso tiene que existir un demonio superior y ¿Quién mejor que el mismo Lucifer? De todas formas este dato es poco preciso, nadie sabe donde se esconde la celda del rey del infierno- Me encogí de hombros, desde que Miguel lo había desterrado del infierno y tras una guerra celestial, Lucifer y todos los demonios que lo siguieron en su caída del cielo, habían estado encerrados en una jaula que parecía muy difícil de hallar, incluso para un centenar de demonios.

Lo fulminé con la mirada, ¿Me estaba tomando el pelo? Haberlo usado a papá para que se ablandara no estaba funcionando con Dean, quién me acababa de decir que si él dejaba o no la cacería no era algo de suma importancia para un padre que ya no estaba. Opté por cerrar la boca, mientras en mi cabeza me ponía frases como "No te conviene encabronarte con tu hermano Sam" "Respira Sam" Y cosas así. Me palmeó el brazo, mientras decía palabras parecidas más a un libro de auto ayuda que a mi hermano -¿Hay algún tipo de cámaras o algo así?- Me encogí de hombros mientras ponía extrañas muecas en mi rostro -¿Estas leyendo algún libro de auto ayuda?- Pregunte esbozando una leve sonrisa, no estaba comprendiendo que diablos estaba sucediendo y no podía pasarme toda la tarde encerrado en aquel taller. Era más que cierto y evidente que echaba de menos a Dean, pero tampoco podía obligarlo que me acompañara en esta misión suicida.

Me desconcertó y en mi rostro se reflejaba aquella confusión -Haré como tu digas- Mencioné mientras retomaba mi postura "Lo logré" pensé regocijándome, Dean tenía la cacería en sus venas y a pesar de que se mintiera a si mismo viviendo una vida "Normal" no lo creía capaz de sobrevivir mucho tiempo más, o ¿Me equivocaba? de todas formas no quería saberlo -¿Qué tiene de malo mi coche?- Pregunte mientras giraba un poco la cabeza para verlo, quizá era un automóvil no tan antiguo como solían gustarle a Dean, pero para mí era digno de un cazador -Le tienes aprehensión porque es ultimo modelo y las ventanas se bajan con solo apretar un botón. El Impala nos acompaño a mucha de nuestras aventuras, pero creo que es tiempo de jubilarlo- La había cagado, claramente...aquellas palabras estaba casi seguro que no le iban a gustar en lo absoluto -Pero haremos lo que digas.- Repuse rápidamente, no me convenía que se echara para atrás, realmente necesitaba de Dean.

Con la herramienta en la mano me quede estupefacto -¿Quieres que te ayude?- Comenté mientras arqueaba las cejas -Ok, no quiero quejas.- Comenté mientras me quitaba la chaqueta y comenzaba a arremangarme las mangas de la camisa. Era muy bueno volver a tener aquello que creí haber perdido. Era muy bueno tenerlo de regreso y lo que era mucho mejor, es que quizá podríamos volver a tener la Colt.



Off rol: ¿Te parece si cerramos este y abrimos otro?? Me alegro mucho haber encontrado un excelente Dean!