Strong is fighting! It's hard, and it's painful, and it's every day. It's what we have to do. {Cronología de Sebastian Mills}

Sebastian es un chico por demás sencillo y tranquilo. Ha sido criado entre lujos pero eso no quiere decir que no le han enseñado a luchar por lo que quiere; sus padres se han encargado de darle una muy Buena educación. Es alegre y cálido, siempre sereno. Cualquiera que lo mirara sentiría instantáneamente un halo de paz y serenidad que Sebastian transmite inconscientemente a través de la expresión de su rostro y sobre todo sus ojos. Tiene ojos muy delatores en lo que siempre se puede ver cómo se siente. Es amigable y cordial. Es más bien reservado en ciertos aspectos, aunque no lo es tanto con gente de confianza. Siempre está dispuesto a ayudar a sus amigos y puede llegar a hacer cualquier cosa por alguien que realmente le importe, inclusive quizás yendo en contra de su naturaleza; esto sería, por supuesto, en caso de una situación límite. Fuera de eso es abierto y receptivo. Es muy curioso y siempre tiene ganas de aprender cosas nuevas. Muchas veces su curiosidad le juega en contra, pero es algo que no puede evitar. Si bien a primera vista parece un chico sin problemas de autoestima, en el fondo es todo lo contrario. Su condición de cazador redujo su vida social y este hecho ha logrado que Sebastian se vuelva muy solitario. Si bien es siempre amable procura no atarse demasiado a las personas, pero esto es una complicación ya que su naturaleza fue siempre la de hacer amigos por todas partes. Entonces surge en él una lucha interna desde que se convirtió en cazador: el querer hacer amigos, volver a amar, quizás; y el saber que el acercarse demasiado a una persona podría poner en riesgo la vida de la misma. Sebastián lucha contra este monstruo personal día a día.

De nacionalidad Argentina, Sebastián es hijo único de una familia de clase alta. Sus padres son gente de negocios que comenzaron desde abajo y han logrado formarse y crecer hasta dirigir sus propias empresas en diversos rubros como telecomunicaciones, imprentas y hardware de computadoras. Fue así que Sebastián fue criado entre lujos y buena vida, pero sus padres se encargaron desde la cuna de enseñarle que debería ser un hombre que luche por sus sueños y deseos. De esta manera Sebastián creció siendo un chico sencillo y noble a sus raíces.

Desde temprana edad Sebastián ha tenido que lidiar con Vampiros y Demonios. Su ciudad estaba llena de éstos y su familia y amigos se veían constantemente amenazados: Tuvo su primer encuentro –y experiencia cercana a la muerte- con un vampiro a los 15 años, cuando volvía de la casa de un compañero del colegio. Salió vivo de casualidad siendo salvado por un hombre que luego Sebastián descubriría era un cazador. El encuentro casi le cuesta la vida, y esa misma noche terminó en el hospital con una gran pérdida de sangre. Un segundo encuentro tuvo lugar unas semanas después, pero esa vez Sebastián iba acompañado de uno de sus amigos. Si bien hizo todo lo posible para protegerlo y que ambos pudieran escapar, no logró salvar a su amigo, quién perdió la vida en garras del vampiro.

Así fue como decidió entrenarse para aprender a pelear y combatir a estos monstruos, para que ninguno se atreva a acercarse a él ni a sus seres queridos. Eventualmente su vida social disminuyó, aunque eso no le impidió hacer lo que le apasiona, que es bailar y cantar. Desde su infancia mostró inclinaciones artísticas sobre todo hacia la música y la actuación, y dada su buena posición económica se ha perfeccionado en esos rubros habiendo estudiado en los mejores institutos de arte. A los 15 años descubrió su homosexualidad. Salió del clóset al poco tiempo y no tuvo problemas con sus amigos ni su familia, quienes lo apoyaron sin chistar… con excepción de su padre, el cual si bien no hacía comentarios al respecto comenzó a mostrarse reacio hacia su hijo desde ese momento.  

Sebastián terminó sus estudios escolares convencido que su carrera predilecta sería la música en la universidad. Pero su padre puso el grito en el cielo, sin permitirle tal cosa aludiendo que no llegaría a nada en la vida. Una serie de discusiones colapsaron en la falta de aceptación de la homosexualidad de Sebastián por parte de su padre, lo cual desencadenó un caos en su morada. Amenazado con ser echado de su vivienda si no hacía lo que su padre le pedía, Sebastián no tuvo más remedio que seguir sus indicaciones… por un tiempo. Eventualmente la carrera de abogacía que comenzó lo agobió y terminó por dejarla sin que su padre lo supiera y estudiar música y actuación en ese tiempo libre. Comenzó a salir por todos lados, conociendo gente y teniendo historias de aquí y de allá.

Comenzó a tocar en bares y fiestas ganando así su propio dinero. Tomó la costumbre de hacer averiguaciones acerca de demonios y vampiros mediante internet, bibliotecas y sumiéndose en todo lugar ocultista o sobrenatural que pudiera encontrar. Fue así como llegó a aprender algo de magia aunque no es ningún experto: Exorcismos, algún que otro símbolo de protección contra entidades malignas, y algo de información sobre amuletos mágicos. Además de esos estudios salía por las noches a “patrullar”, caminando por la ciudad para asegurarse que todo seguía su curso. Esto le trajo más de una complicación y fue durante estas noches en particular que Sebastián aprendió a “Correr por su vida”.

También llegó a enamorarse, pero sus relaciones siempre fueron desastrosas ya que escondía las luchas nocturnas que tenía con el mal y eso le traía más de una discusión. Luego de terminar una relación de dos años se sumió al alcohol, su vida se tornó oscura, un desastre. Debido a eso tampoco se esmeró demasiado en ocultar a su padre que había dejado la universidad. Así que al momento que cumplió sus veintidós años informó la noticia en su hogar, tomó sus cosas y con ayuda de unos ahorros y un tío que vivía en el exterior, se fue a buscar su suerte y perseguir su sueño.

Fue así como llegó a los Estados Unidos de América. Si bien su primera parada fue Hollywood, encontró el clima del lugar demasiado agitado para su gusto. Asimismo había leído en varias páginas web y mediante varios contactos que hizo por internet sobre ciudades en las que se daban muchos sucesos relacionados a la actividad paranormal. Se dedicó entonces a viajar entre estos lugares, esperando poder ayudar a los inocentes involucrados, mientras a la vez sigue cantando en bares y shows musicales.

Nuevas ciudades, nueva vida. ¿Será que Sebastián podrá alcanzar su sueño? ¿O los demonios se interpondrán en su camino? ¿Será que su vida está destinada a luchar contra los entes malignos? Sólo el tiempo lo dirá…

Unos meses luego de comenzar su viaje, a sus veintidós años, Sebastián conoció a Joseph, y tuvo una historia con él que dejó otra marca en su vida y una posible carga.

Fragmento de charla con Sam Winchester acerca de la historia de Sebastián y Joseph:

-Joseph era su nombre. Uhm... la razón por la que quizás estos perros me buscan...- miré a Sam, quien se merecía una explicación. O al menos una teoría. Quizás esos perros estaban ahí por mí… -Lo conocí hace tres años cuando empecé a viajar. Le ayudé a exorcizar un demonio que lo estaba poseyendo y me quedé con él unos días para asegurarme que se encontrara bien. Pero… pasaron cosas, ¿Sabes? Quiero decir, pasamos tiempo juntos, salimos un par de veces y luego, creo que nos enamoramos.- Sacudí la cabeza, el cazador en frente de mí no quería escuchar detalles, seguramente –Me quedé viviendo con él. Nunca le dije a lo que me dedicaba sino que más bien le di a entender que era un aficionado que tuvo suerte cuando exorcicé al demonio. Sin embargo… eventualmente Joseph descubrió mis notas.-

Tomé unos tragos más de cerveza –Quería ser como yo, “Un héroe” según me dijo antes de morir. Y sin consultarme, hizo un pacto.- dije mirando a Sam a los ojos, dándole una respuesta certera ya –Pero nunca me dijo nada. Muchos demonios trabajan sucio y el que pactó con Joseph era de esos. Él pidió “Ser invencible” pero nunca se enteró que moriría diez años después. ¿Por qué murió en menos de tres meses? Porque él comenzó a cazar conmigo. Me parecía raro lo fuerte que era pero como no lo conocía lo suficientemente bien creí que era parte de él ¿Sabes? Fue un error. Cuando los demonios se dieron cuenta que Joseph estaba matando a los suyos, se enfurecieron. Y allí fue cuando mandaron a los perros del infierno. – bajé la mirada, apretando mi puño con fuerza.

-Los vi destrozar a Joseph sin poder hacer nada al respecto…- tragué saliva mientras comenzaba a sentir que mis ojos se aguaban –Los hijos de puta casi me matan a mí también, pero luego que se deshicieron de Joseph desaparecieron dejándome casi inmovilizado…- concluí mi historia.

Sebastián es nuevo en la ciudad y luego de asentarse en un motel busca un bar para tomar algo y poder descansar de tanto viaje. Lamentablemente, las criaturas de la noche nunca descansan y cada vez se mezclan más entre los seres humanos. Es así que Sebastián detecta a un vampiro queriendo aprovecharse de una muchacha joven para hacerla su cena de esa noche.

Sebastián se encuentra más bien cansado, pero decide ir a por el Vampiro para proteger a la muchacha. El vampiro le da una dura pelea que se desarrolla en la calle y mismo dentro del bar previamente mencionado. Muchas cosas se rompen y se arruinan en el establecimiento. Es cuando Sebastián toma una jarra para rompérsela en la cabeza al Vampiro que nota a un chico rubio que claramente se sobresalta.

Sebastián tenía las de perder pero se le ocurre una idea. Es allí cuando toma “prestada” un botella de Vodka y la lanza contra el vampiro, para seguidamente prenderlo fuego con su encendedor. La estrategia le salió bien y eso le ayuda a clavarle la estaca al ser nocturno para acabar con él.

Sebastián vuelve al bar en donde el cantinero lo espera para cobrarle todo lo que había destruido, y más. Sin embargo el chico rubio de nombre Rick se encarga que el cantinero no se aproveche de la ingenuidad de Sebastián.

Agradeciéndole por haberlo ayudado, Sebastián le da una tarjeta con su número de teléfono a Rick y le ofrece asistencia para lo que necesite. Quizás en algún momento vuelvan a encontrarse.